El nombre de Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad Pública del estado de Tabasco, ha aparecido en los últimos meses relacionado con una presunta red de protección criminal vinculada a un grupo conocido como La Barredora, una célula delictiva de origen local con posibles vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Su caso ha generado controversia no sólo por el contenido de las acusaciones, sino también por los tiempos, los silencios y la falta de mecanismos eficaces de vigilancia institucional.
¿Quién es Hernán Bermúdez Requena?
Bermúdez Requena fue designado como secretario de Seguridad Pública de Tabasco el 11 de diciembre de 2019. Su nombramiento fue realizado por el entonces gobernador Adán Augusto López Hernández, y se mantuvo en el cargo durante el resto de su administración y parte del gobierno de Carlos Merino, hasta enero de 2024.
Desde esa posición, tuvo bajo su responsabilidad la conducción de las fuerzas de seguridad estatales en un periodo donde Tabasco enfrentó desafíos importantes en materia de violencia, extorsión y control territorial por parte de grupos criminales.
Las alertas de inteligencia militar
Documentos filtrados por el colectivo Guacamaya, revelaron que desde el 12 de noviembre de 2019, un mes antes de su nombramiento, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) había elaborado un reporte interno que identificaba a Bermúdez Requena como posible colaborador o encubridor de actividades delictivas. El informe lo vinculaba con individuos pertenecientes al crimen organizado, entre ellos un líder conocido como “El Pelón de Playas”.
Sin embargo, no existe evidencia pública de que ese reporte haya sido compartido con el gobierno estatal, ni con el entonces gobernador Adán Augusto López. El documento permaneció en canales internos de inteligencia militar, sin que se haya demostrado su divulgación a autoridades civiles.
¿Qué se le imputa?
No hay, hasta el momento, una condena judicial en su contra. Sin embargo, lo que sí se ha documentado es:
- Un esquema de presunta protección a criminales bajo su mando, revelado en informes posteriores a 2021.
- La planeación de robo de hidrocarburos en el puerto de Dos Bocas, donde su nombre aparece ligado a una red que pretendía extraer millones de litros de combustible ilegalmente.
- Relaciones con mandos operativos señalados por liberar a presuntos delincuentes, tolerar extorsiones y permitir el control de territorios clave como Cárdenas o Huimanguillo.
- En 2025, la Fiscalía de Tabasco emitió una orden de aprehensión en su contra por delitos relacionados con delincuencia organizada, sin embargo actualmente se encuentra prófugo y se le busca mediante una ficha de Interpol.
Lo que no se ha probado
Hasta ahora, no existe prueba pública que vincule directamente al exgobernador Adán Augusto López con el conocimiento o encubrimiento de estas actividades. Tampoco se ha presentado una acusación formal en su contra por parte de alguna autoridad judicial.
En un país donde históricamente han existido redes de complicidad entre crimen y política, es legítimo cuestionar los mecanismos de vigilancia y evaluación de perfiles para cargos tan delicados. Pero también es indispensable no dar por culpable a quien no ha sido señalado con pruebas claras.
¿Y la justicia?
En Tejido Social creemos que la justicia no debe operar por prejuicios ni por intereses partidistas. Si existen pruebas firmes, deben investigarse y sancionarse con todo el peso de la ley. Pero si no las hay, no puede haber linchamientos mediáticos ni especulaciones políticas.
Este caso debe ser un punto de inflexión para revisar cómo se vigilan los perfiles de los altos mandos de seguridad, cómo se comunican las alertas entre las instituciones militares y civiles, y cómo se previene que personas con nexos sospechosos ocupen cargos de alto nivel.
La justicia no puede ser selectiva, ni ciega ante lo evidente, ni impaciente frente a lo que requiere pruebas.
¿Se debe investigar más a fondo? Sí. ¿Se deben deslindar responsabilidades? También. Pero sólo con pruebas se puede condenar. En tiempos de agitación política la actual oposición se agarra de de donde sea, así sea de una simple especulación, para tratar de rescatar todo el capital político que ha perdido.
Qué las investigaciones lleguen hasta donde deban llegar, pero la sociedad debe estar atenta y no dejarse influir por el ardor de la oposición que sin escrúpulos omite que contra Felipe Calderon sí hay testimonios de haberle informado con detalle quién era Genaro García Luna y aún así lo sostuvo en su cargo.