Ciudad de México, 31 de julio de 2025 — En una jugada que muestra firmeza y capacidad para negociar al más alto nivel, la presidenta Claudia Sheinbaum logró este miércoles que el gobierno de Estados Unidos posponga por 90 días la entrada en vigor de nuevos aranceles que afectarían a productos mexicanos. Así lo confirmaron fuentes oficiales en ambos países, después de una llamada directa entre Sheinbaum y el presidente Donald Trump.
La noticia cayó como un respiro para sectores económicos que temían una escalada en los costos de exportación hacia Estados Unidos, en especial en los rubros de alimentos, tecnología, autopartes y maquinaria.
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¿Qué se acordó?
Aunque algunos aranceles seguirán aplicándose —como los que afectan al acero, aluminio, cobre y ciertos productos relacionados con el tráfico de fentanilo—, lo más relevante es que el resto de las medidas se congelan durante tres meses. Ese periodo se usará para mantener una mesa de diálogo y buscar un acuerdo más completo que dé estabilidad a la relación comercial.
Trump, por su parte, aceptó la prórroga a cambio de que México refuerce su cooperación en seguridad, migración y combate al narcotráfico, además de eliminar ciertas barreras no arancelarias al comercio.
Un reclamo que raya en el absurdo
Llama poderosamente la atención que Donald Trump siga exigiendo a México “hacer más” en el combate al narcotráfico, cuando Estados Unidos no ha puesto en orden su propio problema de consumo ni ha hecho esfuerzos reales para frenar el tráfico interno.
Mientras en su territorio se sigan vendiendo drogas sintéticas a plena luz del día y con redes de distribución intactas, ningún país puede impedir que las drogas lleguen a Estados Unidos. Resulta contradictorio, por decir lo menos, que quien tolera el consumo y lucrativas cadenas de distribución dentro de sus propias fronteras, culpe a su vecino de los estragos de una crisis que es, en gran medida, de origen interno.
Una llamada clave
Sheinbaum explicó en conferencia que la llamada fue “muy buena” y que permitió evitar un golpe económico innecesario para ambos países. Con serenidad, la mandataria declaró: “Funcionó tener la cabeza fría”, haciendo alusión a su estrategia de no responder con amenazas, sino con diplomacia firme.
¿Por qué esto es importante?
Hace meses, Trump impuso aranceles del 25 % a la mayoría de las importaciones mexicanas como forma de presión para que México actuara en temas como migración y drogas. Desde entonces, se han venido negociando distintas prórrogas. Esta última decisión marca un nuevo capítulo, porque abre la puerta a construir un acuerdo de largo plazo, no sólo un arreglo temporal.
¿Qué sigue?
El gobierno mexicano tendrá ahora 90 días para “mostrar resultados” y llegar a un acuerdo más amplio. Mientras tanto, los sectores productivos pueden seguir operando sin la amenaza inmediata de aranceles adicionales, aunque persiste la incertidumbre.
Para Sheinbaum, el logro de hoy representa su primer gran movimiento diplomático desde que asumió la presidencia. Le permite presentarse no sólo como líder nacional, sino como interlocutora confiable en el escenario internacional, capaz de negociar con un personaje tan impredecible como Trump.
En resumen
- Se posponen por 90 días los nuevos aranceles que Trump quería aplicar desde el 1 de agosto.
- Algunos impuestos ya vigentes se mantienen, como los del acero, aluminio, cobre y productos ligados al tráfico de drogas.
- México se compromete a seguir colaborando en temas de seguridad y comercio.
- La presidenta Sheinbaum gana tiempo y terreno para buscar un acuerdo duradero.
- El gesto es leído como una muestra de liderazgo y serenidad negociadora.
- Estados Unidos exige combate al narcotráfico sin atender su propio consumo y permisividad, lo cual contradice sus exigencias.