La Asamblea General de la ONU marca un punto de quiebre: más de 150 países reconocen a Palestina y la presión diplomática sobre Israel y Estados Unidos crece como nunca.
NACIONES UNIDAS, 22 de septiembre de 2025. — En la Asamblea General de la ONU que se desarrolla en Nueva York, el reconocimiento del Estado de Palestina se ha convertido en uno de los temas más relevantes y simbólicos de la política internacional.
Lo que hace apenas unos años parecía una postura relegada a un sector del llamado Sur Global, hoy se consolida como una tendencia transversal que incluye a países europeos, americanos y oceánicos.
De los 193 Estados miembros de la ONU, alrededor de 157 ya reconocen oficialmente a Palestina como Estado, cifra que representa a una clara mayoría de la comunidad internacional.
Pero lo más significativo es que, en los últimos días, se han sumado naciones que históricamente han tenido vínculos estrechos con Estados Unidos e Israel. Francia, Andorra, Bélgica, Luxemburgo, Malta, Mónaco y San Marino anunciaron en la Asamblea General su reconocimiento formal, uniéndose a los que días antes confirmaron como el Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal.
Este giro refleja un cambio de época. El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que “el estatus de Estado para Palestina es un derecho, no una recompensa”, dejando claro que se trata de un asunto de justicia y legitimidad, no de concesión política.
Las imágenes de destrucción en Gaza y el costo humano de la guerra han acentuado la urgencia de un consenso internacional para impulsar la llamada “solución de dos Estados”, que permita una convivencia segura y próspera tanto para israelíes como para palestinos.
En este contexto, México ha jugado un papel congruente con su tradición diplomática. El canciller Juan Ramón de la Fuente, en su discurso ante la Asamblea, habló de una guerra “desgarradora” y pidió un acuerdo justo y duradero, basado en la existencia de dos Estados.
Cabe recordar que México ya había reconocido a Palestina al aceptar las cartas credenciales de su embajadora, y que la presidenta Claudia Sheinbaum ha denunciado lo que ocurre en Gaza como un “genocidio”.
Sin embargo, no todo el mundo acompaña esta corriente. Estados Unidos e Israel mantienen su rechazo frontal al reconocimiento formal, argumentando que el estatus palestino debe resolverse únicamente en negociaciones bilaterales. Aun así, el creciente respaldo en la ONU coloca a ambos en una posición cada vez más aislada frente a la opinión internacional.
El debate no está cerrado y las consecuencias diplomáticas aún se medirán en los meses siguientes, pero lo que ya es un hecho es que la Asamblea General de 2025 será recordada como el momento en que la causa palestina alcanzó un respaldo global sin precedentes.