Mientras la comunidad internacional incrementa las críticas y condenas por la ofensiva israelí en Gaza, el respaldo político, militar y diplomático de Estados Unidos sigue siendo el pilar que impide un alto al fuego vinculante y mantiene viva la ofensiva.
Ciudad de México | septiembre 27 de 2025.
La reciente Asamblea General de la ONU mostró con claridad el creciente aislamiento de Israel. Una abrumadora mayoría de países respaldó la declaración a favor de una solución de dos Estados, mientras que el primer ministro Benjamín Netanyahu enfrentó desaires diplomáticos, pues, pues como muestra de rechazo decenas de delegaciones abandonaron el recinto durante su discurso, por lo que tuvo que leerlo frente a apenas un puñado de delegados.
Aunque Israel argumenta que actúa en defensa propia, para amplios sectores de la comunidad internacional su ofensiva es ilegítima y señalan violaciones graves al derecho internacional humanitario. El término “genocidio”, utilizado por muchos países Incluyendo a México, refleja la magnitud de las acusaciones.
La coraza estadounidense
En este contexto, el apoyo de Estados Unidos resulta decisivo. Washington ha bloqueado en repetidas ocasiones resoluciones del Consejo de Seguridad que pedían un alto al fuego inmediato, impidiendo sanciones o embargos de armas. Además, mantiene un flujo constante de ayuda militar —cercano a 3.800 millones de dólares anuales— y aprobaciones adicionales de equipo bélico que permiten sostener una ofensiva prolongada.
A nivel económico y financiero, la influencia estadounidense también garantiza que Israel no enfrente sanciones de gran calado en organismos internacionales ni aislamiento en los mercados internacionales.
Europa se divide, el Sur Global condena la agresión
Mientras tanto, Europa se muestra fragmentada: algunos países, como España, Irlanda y Noruega, han reconocido al Estado palestino, mientras que otros mantienen un apoyo discreto a Israel o adoptan posturas ambiguas.
Por su parte, el Sur Global —con México, Sudáfrica, Turquía y buena parte de América Latina y África— ha reforzado su condena y busca mecanismos jurídicos en tribunales internacionales, aunque sin herramientas de sanción inmediatas.
¿Hasta dónde puede sostenerse Israel?
La gran incógnita es si Israel podría mantener esta ofensiva sin el respaldo estadounidense. Aunque cuenta con capacidades militares significativas, sin el flujo constante de armas, financiamiento y protección diplomática sería prácticamente imposible sostener una guerra prolongada en Gaza y resistir la presión internacional.
En términos estratégicos, el “talón de Aquiles” de Israel no está en el campo de batalla, sino en su dependencia del apoyo de Washington. Mientras Estados Unidos mantenga firme su respaldo, Israel podrá desafiar el creciente aislamiento mundial.
