Chiles en nogada: historia, tradición y salud en un solo plato

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Septiembre llega con su aire festivo y los colores de la bandera ondeando en cada rincón de México. Y si hay un platillo que resume ese orgullo patrio, son los chiles en nogada. Su verde, blanco y rojo no solo evocan la Independencia, sino también la creatividad y el mestizaje culinario que nos distinguen como nación.

Origen e historia

Se dice que los chiles en nogada nacieron en Puebla en 1821, cuando las monjas agustinas del convento de Santa Mónica prepararon este platillo para celebrar la visita de Agustín de Iturbide, consumador de la Independencia y primer emperador de México. 

La receta buscaba unir los ingredientes locales con los colores de la nueva bandera: el verde del chile poblano, el blanco de la nogada de nuez de Castilla y el rojo de la granada.

Aunque la historia tiene tintes de leyenda, lo cierto es que este platillo refleja la fusión cultural entre ingredientes europeos (nueces, almendras, carne molida de res y cerdo) y productos americanos (chile, jitomate, granada, durazno, plátano, pera, piñón).

Tradición y sabores

Los chiles en nogada no se comen todo el año. Su temporada va de agosto a septiembre, cuando la granada y la nuez de Castilla alcanzan su punto. Eso lo convierte en un plato de celebración, esperado con ansias en las mesas mexicanas. 

Prepararlo es casi un ritual: asar y pelar los chiles, rellenarlos con un picadillo dulce-salado de frutas y carnes, bañarlos en la crema de nogada y coronarlos con granada y perejil fresco.

Ingredientes y nutrición

Aunque se trata de un platillo calórico y festivo, también es sorprendentemente nutritivo:

  • Nuez de Castilla: rica en ácidos grasos omega-3, fibra y antioxidantes.
  • Granada: fuente de vitamina C y polifenoles, excelentes para el sistema inmune.
  • Chile poblano: aporta vitamina A, potasio y capsaicina en dosis suaves.
  • Frutas frescas: durazno, pera y manzana ofrecen fibra y vitaminas.
  • Carne magra: buena fuente de proteína de alta calidad.

La clave está en disfrutarlo con moderación, acompañarlo de una ensalada fresca y evitar repetir demasiado la nogada.

Recetario básico

Cada familia tiene su versión, pero aquí va un esquema de la receta tradicional:

  1. Chiles poblanos (asados, desvenados y pelados).
  2. Relleno de picadillo: carne molida de res y cerdo, jitomate, cebolla, ajo, almendra, piñón, pasas, acitrón y frutas de temporada (pera, manzana, durazno).
  3. Nogada: nuez de Castilla fresca, leche, queso fresco, azúcar, canela y un toque de jerez o brandy.
  4. Decoración: granos de granada y hojas de perejil.

El resultado es un equilibrio perfecto entre dulce y salado, fresco y cremoso, tradición y modernidad.

Una tradición que une

Los chiles en nogada son más que un platillo: son un símbolo de identidad y de unión familiar. Prepararlos suele convertirse en un esfuerzo colectivo donde abuelas, madres e hijos colaboran en la cocina, fortaleciendo los lazos en torno a la mesa.

En este septiembre, alzamos la voz con orgullo, y también el tenedor, para disfrutar de un plato que cuenta la historia de México en cada bocado.

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