Ciudad de México, 17 de julio de 2025.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aseguró este martes que el Tren Maya es un proyecto rentable y estratégicamente diseñado para impulsar el desarrollo del sureste del país. Durante su conferencia matutina, la mandataria subrayó que, aunque las grandes obras de infraestructura pública no siempre recuperan su inversión de inmediato, deben operar con criterios de sostenibilidad y eficiencia.
“El Tren Maya es rentable y fue diseñado con rentabilidad. No son ocurrencias, es parte de un plan de desarrollo nacional que pone al sureste en el centro de la transformación”, afirmó. Sheinbaum señaló que el proyecto avanza conforme a lo programado, y que la llegada paulatina de la flota de trenes responde a una planificación escalonada, no a retrasos.
Actualmente, el Tren Maya opera con cerca del 55 % de su flota, lo que limita momentáneamente su capacidad de generar ingresos. No obstante, tanto la presidenta como el director general del proyecto, Óscar David Lozano, aseguraron que el sistema alcanzará el punto de equilibrio financiero hacia el año 2030, cuando entren en operación todos los trenes y se sume el servicio de carga.
“Las empresas públicas también son viables. Quienes afirman que este tren nunca va a funcionar están profundamente equivocados, porque todo está sustentado en modelos de negocio sólidos”, puntualizó Sheinbaum. La mandataria defendió además el papel del Estado como actor clave en obras de infraestructura, al señalar que bajo el modelo neoliberal, proyectos como el Tren Maya nunca se habrían desarrollado.
El gobierno ha destinado recursos adicionales en el presupuesto 2025 para fortalecer la red ferroviaria nacional, dentro de la cual el Tren Maya ocupa un lugar central. Con más de 600 mil pasajeros transportados en su primer semestre de operación y una demanda que crece mes con mes, las autoridades confían en que el proyecto consolidará su rentabilidad en los próximos años.
En palabras de Sheinbaum, “lo importante es que funcione de manera rentable, que no tenga que estarse dando permanentemente recursos para su operación, pero si hay subsidios que ayudan al bienestar de las familias, como en el caso del Metro, también son parte de una política social justa”.
Con esta visión, el Tren Maya no solo representa un sistema de transporte moderno, sino también una apuesta por cerrar las brechas históricas de desarrollo entre el centro y el sur del país.