El “hasta ahora” que cambió el sentido de una noticia
El caso CATEM, “El Limones” y Pedro Haces muestra cómo algunos medios transforman una investigación en curso en una conclusión cerrada desde el encabezado, sabiendo que el lector recuerda más el titular que el cuerpo de la nota.
En el periodismo, no todas las palabras pesan lo mismo. Algunas, aun siendo breves, sostienen el sentido completo de una información. Otras, aunque ocupen todo un párrafo, pasan casi desapercibidas.
El reciente tratamiento mediático del caso que involucra a la CATEM, al presunto delincuente conocido como “El Limones” y al senador Pedro Haces ofrece un ejemplo revelador de cómo una sola expresión — la frase “hasta ahora”— puede definir la honestidad informativa de una cobertura… o diluirse estratégicamente en ella.
La pregunta del periodista fue: “¿Está vinculado Pedro Haces con el caso de la CATEM y el Limones? La respuesta del secretario Harfuch fue: “Al momento no”. Con esta respuesta Harfuch deja claro que la investigación está en proceso, y que las indagatorias hasta el momento no vinculan a Pedro Haces con hechos delictivos, sin embargo, la expresión “hasta el momento”, implica que en cualquier momento las investigaciones sí pueden implicarlo.
Pero ¿qué hicieron los diarios? Informaron que el secretario Harfuch descarta que Pedro Haces esté vinculado con la CATEM y “el Limones”.
La frase fue pronunciada por el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, al responder a una pregunta directa de la prensa. No se trató de una declaración espontánea ni de un posicionamiento político deliberado, sino de una respuesta acotada al estado actual de una investigación en curso.
Harfuch señaló que, hasta ese momento, no existían elementos que vincularan a Pedro Haces ni a la CATEM con el detenido, y subrayó que las indagatorias continuaban. El mensaje, leído con cuidado, no cerraba el caso: simplemente establecía un punto de corte temporal.
Sin embargo, buena parte de los medios optaron por titular la información como si ese matiz no existiera. “Harfuch descarta vínculos”, “No hay relación entre El Limones y la CATEM”, “Pedro Haces no está vinculado”, fueron algunas de las fórmulas utilizadas. El “hasta ahora” desapareció del encabezado y fue relegado, en el mejor de los casos, al cuerpo de la nota.
- SDP Noticias encabezó la noticia diciendo: Harfuch descarta vínculos de “el Limones” con la CATEM y Pedro Haces.
- Periódico AM: García Harfuch descarta vínculos de Pedro Haces con delitos de “El Limones”.
- Vanguardia: Descarta García Harfuch vínculos de la CATEM con extorsiones tras detención de ‘El Limones’
- El Universal: García Harfuch descarta por ahora vínculo de El Limones, La CATEM y Pedro Haces.
- El Imparcial: Harfuch descarta investigar a Pedro Haces y a la CATEM tras la detención de “El Limones”, pero confirma pesquisas por extorsión, vínculos criminales y operación de una célula ligada al cártel de Sinaloa
- MSN: Harfuch informa avances del caso “El Limones”; UIF congela cuentas y descarta vínculos, por ahora, con Pedro Haces o sindicatos.
- AMEXI: García Harfuch descarta vínculos entre «El Limones” y Pedro Haces.
Aquí ocurre el desplazamiento central que merece atención. El lector no procesa el titular como una antesala del texto, sino como una síntesis conclusiva. Aun cuando lea la nota completa, el encabezado ya ha fijado un marco mental: el asunto quedó aclarado, no hay nada más que investigar, el tema se cierra.
La información posterior, que introduce matices, condicionantes o temporalidades, no suele revertir esa primera impresión. No porque el lector sea ingenuo, sino porque así funciona la lectura cotidiana en un entorno saturado de noticias.
El problema, entonces, no es que los medios hayan mentido de manera explícita. En la mayoría de los casos, el cuerpo del texto sí recoge la expresión “hasta ahora” o menciona que la investigación sigue abierta. El problema es que el titular, que tiene un peso simbólico y cognitivo muy superior, transmite una idea distinta: no un estado procesal, sino una conclusión definitiva.
Ese desplazamiento no es neutral. Decir “no hay vínculos” no es lo mismo que decir “hasta ahora no hay vínculos”. La primera fórmula actúa como un cierre; la segunda como una fotografía momentánea. Al eliminar el matiz temporal del encabezado, el medio transforma una información provisional en un veredicto implícito. Y lo hace sabiendo —porque la experiencia periodística lo demuestra una y otra vez— que el lector recuerda más el titular que la nota completa.
Hay, además, otro elemento que suele perderse en la cobertura: la naturaleza de la declaración. Harfuch no salió a anunciar que no existían vínculos; respondió a una pregunta específica. Esto importa porque una respuesta reactiva no tiene el mismo peso comunicativo que una declaración proactiva. Convertir esa respuesta en un encabezado categórico es, en los hechos, reinterpretar la intención del funcionario y dotarla de una contundencia que él mismo evitó.
Nada de esto requiere invocar conspiraciones ni alineamientos oscuros. Basta observar cómo opera el ecosistema mediático: los titulares cerrados generan más clics, reducen la complejidad y ofrecen al lector una sensación de certeza inmediata. Pero esa certeza, cuando se construye a costa del matiz, empobrece la comprensión pública de los procesos judiciales y debilita la cultura cívica.
En una sociedad democrática, la diferencia entre una investigación en curso y una conclusión firme no es un tecnicismo. Es una frontera ética. Informar con honestidad implica respetar los tiempos del proceso, no absolver ni condenar antes de tiempo y no permitir que el titular contradiga, en el plano simbólico, lo que el propio texto reconoce en el plano factual.
El caso de la CATEM, “El Limones” y Pedro Haces no es excepcional. Es ilustrativo. Muestra cómo el mensaje mediático no se construye solo con datos, sino con jerarquías de sentido. Y recuerda algo fundamental: en el periodismo, muchas veces, la verdad que queda instalada no es la que se escribe, sino la que se titula.











