Tonalá, Chiapas. — Con marimba, aplausos y una mezcla de asombro y esperanza, el municipio de Tonalá recibió este lunes la llegada del Tren Interoceánico, uno de los proyectos ferroviarios más ambiciosos del sureste mexicano. Aunque aún no entra en operación comercial, el tren de pasajeros llegó como parte de un recorrido de prueba e inspección encabezado por autoridades de la Marina y representantes de las empresas constructoras.
El momento fue simbólico. El silbido del tren al llegar a la estación no solo anunció el arribo de una máquina, sino la inminente transformación de una región que durante décadas fue olvidada en términos de infraestructura y conectividad. El tramo que conecta Ixtepec, Oaxaca, con Tonalá, conocido como la Línea K, presenta un avance cercano al 88 % y está previsto que comience operaciones en julio. La inauguración oficial será encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum en el mes de agosto.
Tonalá vibra con el futuro
A su paso por Tonalá, la comitiva fue recibida por música tradicional y decenas de familias que no quisieron perderse el histórico momento. Autoridades navales descendieron de los vagones ejecutivos para recorrer la estación y supervisar el avance de obra, mientras trabajadores y vecinos compartían fotografías y saludos con orgullo.
Este primer tramo, que abarca unos 459 kilómetros, forma parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, proyecto estratégico que busca reconectar al país a través del tren, revitalizando una ruta histórica entre el Golfo de México y el Pacífico. Se trata de una alternativa logística al Canal de Panamá, con capacidad para el transporte de carga y pasajeros a través de puertos, trenes y parques industriales.
Más que vías: una nueva era para el sur
El Tren Interoceánico no solo es infraestructura. Es también una apuesta por el desarrollo económico, turístico y social del sur-sureste, una región históricamente marginada que ahora empieza a cobrar protagonismo. De hecho, en sus primeros meses de operación parcial, el sistema ferroviario del Corredor ya ha movilizado a cerca de 100 mil pasajeros entre Veracruz, Oaxaca y Chiapas.
El tramo hacia Ciudad Hidalgo y la frontera sur continúa en obras y se prevé que esté concluido hacia mediados de 2026. Con ello, se cerraría un circuito clave para el comercio, el turismo y la integración regional, abriendo nuevas oportunidades para comunidades como Tonalá, que ya se sienten parte del tren del progreso.
En palabras de una habitante local: “Nunca pensé ver un tren aquí de nuevo. Mis abuelos me contaban que pasaba hace muchos años, pero ahora vuelve… y con más fuerza”.
TejidoSocial.mx seguirá informando sobre la evolución de este proyecto, que es ya uno de los motores más esperanzadores del sur de México.