Durango, Dgo.— Las principales cámaras empresariales del estado manifestaron de manera conjunta su rechazo a la reforma que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales en México. A través de una rueda de prensa realizada simultáneamente con otras entidades del país, los dirigentes empresariales advirtieron que la medida podría tener efectos severos sobre la economía local, especialmente en el sector industrial.
Raúl Montelongo, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Durango, aseguró que varias reformas en curso podrían convertirse en “el clavo que le falta al ataúd del sector empresarial”. En su opinión, antes de implementar una reducción en la jornada, se debe priorizar una reforma que promueva la productividad, el fortalecimiento de las empresas y la generación de empleo.
Joana Soto, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en la entidad, alertó que aproximadamente el 20 por ciento de las empresas afiliadas a este organismo, lo que equivale a unas 40 compañías, podrían estar en riesgo de cerrar si se concreta la modificación a la Ley Federal del Trabajo.
Por su parte, Sergio Sánchez López, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), señaló que una reducción de la jornada laboral sin medidas compensatorias podría incrementar los índices de informalidad laboral, que ya afectan al 55 por ciento de la población ocupada en México.
A nivel nacional, la propuesta ha sido promovida como una mejora histórica para los derechos laborales de los trabajadores. Sin embargo, los representantes empresariales subrayan que México aún no está en condiciones de asumir este cambio sin afectaciones económicas importantes.
Cabe destacar que la discusión sobre la reducción de la jornada laboral tiene una trayectoria de más de 90 años en el mundo. México, de acuerdo con estudios internacionales, permanece rezagado en este tema, manteniéndose entre los países con mayor número de horas trabajadas y alta incidencia de estrés laboral, sin que esto se traduzca necesariamente en una mayor productividad.
Mientras tanto, el debate continúa abierto entre las demandas laborales por mejores condiciones y la preocupación empresarial por mantener la viabilidad económica de miles de negocios, especialmente en estados con tejido empresarial más frágil como Durango.