A sus apenas 21 años, Isaac del Toro Romero ha puesto el nombre de México en lo más alto del ciclismo mundial. El joven oriundo de Ensenada, Baja California, ha alcanzado un logro histórico: ubicarse en el séptimo lugar del ranking de la Unión Ciclista Internacional (UCI), consolidándose no sólo como el mejor ciclista latinoamericano del momento, sino como una de las grandes revelaciones del deporte global.
Su ascenso vertiginoso en la clasificación se dio tras dos actuaciones sobresalientes: quinto lugar en la Clásica de San Sebastián y primer lugar en el Circuito de Getxo, competencias de alto nivel en el calendario europeo. Estos resultados lo catapultaron del lugar 11 al 7 del ranking mundial, sumando 3,401 puntos, por encima de figuras como el belga Remco Evenepoel, el británico Oscar Onley y el alemán Florian Lipowitz, todos jefes de filas en la última edición del Tour de Francia.
Del Torito al podio global
Del Toro pertenece al equipo UAE Team Emirates, una de las escuadras más poderosas y con mayor presupuesto del circuito internacional. En sus filas están estrellas de renombre como Tadej Pogačar, actual líder del ranking mundial con más de 11 mil puntos y cuatro veces campeón del Tour de Francia. Tener como compañero al esloveno no ha eclipsado a Del Toro, al contrario: su talento ha brillado con luz propia en cada carrera.
Durante el Giro de Italia 2025, Isaac se convirtió, contra todo pronóstico, en el líder natural del equipo. Aunque inicialmente otros corredores como el español Juan Ayuso o el británico Adam Yates estaban designados como cabezas de fila, fue el mexicano quien, etapa tras etapa, demostró la solidez, resistencia y estrategia necesarias para pelear por el maillot rosa.
Al momento de su destacada actuación en la penúltima semana del Giro, el UAE Team Emirates se convirtió en el único equipo con dos ciclistas dentro del top-10 mundial, una muestra del poderío colectivo y la acertada planificación de la escuadra.
La fuerza del equipo detrás del campeón
El éxito de Isaac del Toro no es sólo resultado de su capacidad individual. En el ciclismo de élite, cada victoria se construye junto a un equipo comprometido. En el UAE Team Emirates, Del Toro ha contado con el respaldo de gregarios de lujo:
- Rafal Majka, veterano polaco y experto en montaña, ha sido uno de sus principales escuderos en los ascensos más duros.
- Brandon McNulty, estadounidense especialista en contrarreloj, ha trabajado incansablemente como protector en terreno llano.
- Adam Yates, con podio en el Tour de Francia, cedió su rol de líder al ver la superioridad del mexicano.
- Igor Arrieta, joven español, ha sido clave en etapas de montaña estratégicas.
- Filippo Baroncini, el italiano del equipo, ha sido pieza clave en las fases de desgaste.
- Jay Vine y Juan Ayuso también formaron parte de la plantilla inicial, aunque ambos abandonaron la carrera por caídas o molestias.
Este conjunto de talentos ha permitido que Isaac Del Toro mantenga un rendimiento extraordinario en las competencias más exigentes del calendario, donde no basta con talento: se necesita una estrategia impecable, trabajo en equipo y fortaleza mental.
El mejor latinoamericano del momento
En la actualidad, Del Toro es el ciclista latinoamericano mejor posicionado en el ranking mundial, muy por encima del ecuatoriano Richard Carapaz, a quien superó ampliamente tanto en rendimiento como en puntos acumulados. Otro sudamericano destacado, Jhonatan Narváez, aparece hasta el lugar 60.
Este logro cobra especial relevancia en un deporte históricamente dominado por europeos. Isaac del Toro no sólo rompe la hegemonía, sino que abre camino para nuevas generaciones de ciclistas mexicanos y latinoamericanos.
¿Qué sigue para Del Toro?
Con lo que resta de la temporada 2025, su avance en el ranking podría estabilizarse, ya que no participará en la Vuelta a España, uno de los tres grandes tours del calendario. Sin embargo, su posición dentro del top-10 ya es un hecho histórico, y su nombre empieza a resonar como uno de los futuros protagonistas del ciclismo mundial.
Isaac del Toro ya no es una promesa: es una realidad contundente y emocionante para el deporte mexicano, una historia de esfuerzo, disciplina y humildad que inspira a todo el país.