Con la presencia de la presidenta Claudia Sheinbaum, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, celebró la inauguración de dos nuevas torres médicas en el Hospital de la Niñez Poblana, calificando el acto como “un auténtico ejemplo de humanismo mexicano”.
Estas instalaciones, dedicadas a la atención de menores con cáncer y enfermedades del corazón, representan un avance trascendental en el sistema de salud de la entidad. Armenta destacó que estas obras “se traducen en salvar miles de vidas de niñas y niños poblanos”, y agradeció a la presidenta por priorizar la salud infantil como un eje central de su administración.
La nueva infraestructura forma parte del fortalecimiento del programa IMSS-Bienestar en Puebla. Con una inversión de 915 millones de pesos, las torres médicas cuentan con una capacidad de 142 camas censables, 145 no censables, 52 consultorios, siete quirófanos y una plantilla de casi mil profesionales de la salud. Las unidades especializadas son la Torre de Especialidades Oncológicas y la Torre de Cardiología y Hemodinamia.
Durante su intervención, Claudia Sheinbaum subrayó que el objetivo es claro: garantizar que la salud sea un derecho, no un privilegio. “Este hospital no le pide nada a ninguno del mundo”, afirmó, al referirse a la calidad de sus equipos, instalaciones y personal médico. Enfatizó que la misión de su gobierno es salvar vidas, con especial atención a los más vulnerables.
Por su parte, el gobernador Armenta enmarcó la inauguración dentro de una visión más amplia del humanismo mexicano que impulsa la presidenta, que —dijo— se refleja en “acciones concretas para mejorar la seguridad, la salud y la educación”. Puebla, aseguró, ha recibido un trato prioritario en estos rubros.
La puesta en marcha de estas torres no sólo refuerza el sistema hospitalario poblano, sino que también representa un mensaje claro: en Puebla, la salud de la niñez es una causa compartida y un compromiso ineludible del gobierno federal y estatal.