TejidoSocial.mx | Ciudad del Vaticano, 21 de junio de 2025 — En un mensaje dirigido a legisladores de 68 países reunidos en el Vaticano por el Jubileo de los Gobernantes, el Papa León XIV urgió a los líderes del mundo a velar por el bien común, proteger la dignidad humana y asumir una postura crítica y ética frente al avance de la inteligencia artificial (IA).
Con palabras claras y sin rodeos, el pontífice advirtió que la IA representa tanto una promesa como una amenaza, dependiendo del uso que se le dé. “Será de gran ayuda para la sociedad, siempre que no socave la identidad y la dignidad de la persona humana y sus libertades fundamentales”, señaló el Papa en inglés, ante una audiencia internacional que llenó el Aula Pablo VI.

León XIV, elegido apenas el mes pasado, ha colocado rápidamente el tema de la inteligencia artificial en el centro de su pontificado. Desde su encuentro inicial con el Colegio Cardenalicio, el nuevo Papa ha subrayado la urgencia de reflexionar sobre el papel que la tecnología juega en la vida humana y social.
“Que no se olvide nunca”, añadió con énfasis, “que la inteligencia artificial debe ser una herramienta al servicio del ser humano. No está hecha para sustituirlo, ni para reducirlo”.
Pero el mensaje de León XIV no se detuvo en la IA. En su discurso, también abordó con firmeza el problema de la desigualdad global. Criticó la desproporción creciente entre la riqueza concentrada en unos pocos y la pobreza que sufren millones en el mundo, y advirtió que este abismo económico sigue siendo una causa principal de conflictos y guerras.

En un llamado a la justicia social, el Papa animó a los líderes a comprometerse seriamente con la promoción del bien común, más allá de intereses particulares o ideologías partidistas. “No puede haber paz donde reina la injusticia”, subrayó.
Asimismo, León XIV reafirmó la importancia de la libertad religiosa, presentando como modelo a Santo Tomás Moro, canciller inglés del siglo XVI y mártir por la primacía de la conciencia. Su testimonio, dijo el Papa, sigue siendo actual en un tiempo en que se ponen en tensión los derechos individuales frente a presiones ideológicas o estatales.
Otro de los puntos clave del discurso fue la defensa de la ley natural como una base ética común para la acción política, válida incluso más allá de las convicciones religiosas. “Sus raíces en la antigüedad clásica la hacen un punto de referencia compartido, un elemento de unidad”, afirmó León XIV.

El Papa señaló que esta tradición ética ha sido esencial en debates contemporáneos sobre el aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario y las políticas de identidad de género. En ese sentido, propuso que la ley natural funcione como brújula ética en tiempos marcados por dilemas cada vez más complejos en materia de privacidad, biotecnología y libertad individual.
Al cierre de su intervención, el Papa León XIV reiteró su deseo de que los gobernantes sean custodios de la dignidad humana, promotores de justicia social y defensores de la libertad auténtica. Su llamado, firme y esperanzador, se alza como una voz ética en medio de los desafíos de la política global contemporánea.