Putin advierte sobre riesgo real de una tercera guerra mundial

Durante su participación en el Foro Económico de San Petersburgo, el presidente ruso Vladimir Putin lanzó una advertencia que ha generado preocupación internacional: el riesgo creciente de una tercera guerra mundial. “Me preocupa. Lo digo sin ninguna ironía ni estoy bromeando”, afirmó ante una audiencia internacional. Según el mandatario, hay un “gran potencial de conflicto” que está tomando fuerza y se desarrolla frente a los ojos del mundo.

Putin mencionó directamente dos regiones clave donde ese riesgo se materializa: el conflicto armado en Ucrania —que Rusia llama “operación militar especial”— y la creciente tensión en Medio Oriente, especialmente en torno a Irán y su programa nuclear. “Nos preocupa mucho lo que ocurre en torno a las instalaciones nucleares de Irán. Nos inquieta a dónde pueda llegar esto”, dijo.

Aclaró, sin embargo, que Rusia no tiene intención de apoyar militarmente a Irán en caso de que el conflicto con Israel escale, aunque subrayó que Moscú seguirá cumpliendo con sus compromisos con el régimen iraní. “Apoyamos a Irán en la defensa de sus intereses legítimos, incluyendo su lucha por tener energía atómica pacífica”, puntualizó.

Una advertencia sobre “bombas sucias”

Uno de los momentos más tensos del discurso fue cuando Putin abordó los rumores, difundidos por medios rusos, sobre la posibilidad de que Ucrania intente lanzar una “bomba sucia” —un artefacto que dispersa material radiactivo sin causar una explosión nuclear— en territorio ruso. Aunque reconoció que no hay evidencia ni reportes de inteligencia que respalden tal escenario, dejó una advertencia: si eso ocurriera, la respuesta rusa sería “muy dura, probablemente catastrófica” tanto para el gobierno de Ucrania como para el país mismo.

La idea de “un solo pueblo”

Putin volvió a insistir en su visión histórica y cultural de la unidad entre Rusia y Ucrania. “Los pueblos ruso y ucraniano son uno solo”, declaró, para luego recordar un antiguo principio ruso que dice: “Ahí donde pisa la bota de un soldado ruso, es nuestro”. Con ello, justificó las ocupaciones actuales en el este y sur de Ucrania, que el Kremlin considera “realidades creadas sobre el terreno”, en referencia a las regiones de Donietsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, además de Crimea, anexionada en 2014.

Aunque aseguró que Rusia no busca la rendición total de Ucrania, sí exigió que Kiev reconozca esas anexiones, que ya representan cerca del 20% del territorio ucraniano.

Zona de seguridad en Ucrania

Para evitar incursiones ucranianas en territorio ruso, el presidente confirmó que el ejército de su país ha establecido una franja de seguridad de entre 10 y 12 kilómetros en la región fronteriza de Sumi, al noreste de Ucrania. Aunque dijo que no es objetivo de Rusia tomar la ciudad de Sumi, capital de esa región, también dejó la puerta abierta: “Tampoco lo descarto”.

Este discurso de Putin refuerza el tono desafiante de Rusia en un escenario internacional cada vez más inestable, donde las tensiones entre potencias y la sombra de la guerra nuclear vuelven a estar sobre la mesa.

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