El deporte en México respira otro aire. Con la llegada de Rommel Pacheco a la dirección de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), se ha comenzado a construir una nueva relación entre la institución y quienes son su razón de ser: las y los atletas.
Sin estridencias, pero con pasos firmes, la gestión actual ha cambiado el enfoque de una institución que durante años fue señalada por su falta de diálogo y transparencia.
Rommel Pacheco, medallista olímpico, sabe lo que significa estar del otro lado. Por eso no sorprende que una de sus primeras decisiones haya sido establecer contacto directo con deportistas, entrenadores y familias.
En contraste con la administración anterior, en la que el trato con federaciones era muchas veces más importante que el vínculo con los propios atletas, Pacheco ha priorizado el acompañamiento personal, médico, psicológico y administrativo de quienes representan al país en las pistas, en las albercas y en los tatamis de las disciplinas de artes marciales y deportes de combate
Una diferencia clave con la gestión de Ana Gabriela Guevara ha sido la manera de otorgar becas. En la era anterior, los recursos fluían a través de las federaciones, provocando retrasos, confusiones e incluso denuncias por mal manejo. Ahora, el criterio es claro: resultados medibles y entrega directa. Atletas como los clavadistas Osmar Olvera y Juan Celaya, ya han sido beneficiados por este nuevo esquema. No es un modelo perfecto, pero al menos es comprensible, auditable y, sobre todo, centrado en quienes entrenan todos los días.
La CONADE actual no sólo ha atendido a los atletas de élite. Uno de los ejes más importantes del proyecto que encabeza Pacheco es el deporte como herramienta social.
Desde la creación de semilleros en comunidades rurales hasta la recuperación de los Juegos Nacionales Escolares, la apuesta es masiva, gratuita y comunitaria. Se está trabajando por devolver el deporte a las plazas públicas, a las escuelas y a los barrios, como un medio de cohesión y salud colectiva.

No se trata de ocurrencias aisladas. En la reciente ceremonia de arranque de los Juegos Nacionales Escolares 2025, organizados en coordinación con la SEP y gobiernos estatales, se vio una CONADE comprometida con los primeros pasos del alto rendimiento, pero también con el disfrute y el acceso al deporte. Esto contrasta con el enfoque casi exclusivo en resultados y medallas de la gestión anterior, que dejó desprotegidas muchas categorías formativas.
Uno de los cambios más significativos que Pacheco impulsa es dar voz real a los atletas dentro de las federaciones. Se está buscando que tengan derecho a voto, hasta en un 40 %, en los procesos de elección interna. Esto representa un giro institucional histórico: dejar de tratar a los deportistas como menores de edad dentro del sistema, para reconocerlos como protagonistas y constructores del deporte nacional.
Rommel Pacheco ha dicho que no quiere salir de la CONADE por la puerta de atrás, como otros. De momento, va por buen camino. Lo que está construyendo no es sólo una política deportiva; es también una forma distinta de ejercer el poder: cercana, responsable y con rumbo.