Brevard, Florida – 13 de junio de 2025. En medio del clima de tensión que se vive en diversas ciudades de Estados Unidos por las recientes redadas migratorias del ICE, el sheriff del condado de Brevard, Wayne Ivey, emitió una advertencia que ha generado fuerte polémica a nivel nacional e internacional: “Si lanzas un ladrillo, una bomba incendiaria o apuntas un arma a uno de nuestros agentes, te mataremos. Te dejaremos muerto en el cementerio”.
La declaración se dio durante una conferencia de prensa este jueves, donde también participó el fiscal general del estado de Florida, James Uthmeier. Ambos funcionarios advirtieron que los manifestantes en Florida enfrentarán “respuestas contundentes” si incurren en actos violentos durante las movilizaciones.
Aunque Ivey aclaró que las protestas pacíficas están permitidas, advirtió que cualquier acción que implique agresión directa contra las fuerzas del orden será respondida con fuerza letal. “Obstruir un vehículo, escupir a un oficial o intentar golpearlo puede significar acabar en el hospital, en prisión o siendo atacado por un perro policía”, afirmó el sheriff, quien ha sido conocido por su retórica de línea dura.
El fiscal Uthmeier, por su parte, recordó que Florida cuenta con leyes estrictas contra disturbios, establecidas durante la gestión de Ron DeSantis. Participar en un motín puede ser considerado delito grave (felonía de tercer grado). También advirtió que prácticas como el “doxing” —difundir información personal de agentes— están penadas por ley.
Las declaraciones surgen en vísperas de una jornada nacional de protestas convocadas por el movimiento “No Kings”, que busca denunciar los abusos policiales, las redadas masivas de migrantes y lo que consideran una deriva autoritaria del gobierno de Donald Trump.
Desde Los Ángeles hasta Miami, organizaciones de derechos civiles han condenado la retórica utilizada por las autoridades de Florida. “Decir públicamente ‘te mataremos’ es una amenaza inaceptable en un Estado de derecho”, denunció en redes sociales la organización Human Rights Watch, mientras que otras agrupaciones han solicitado la intervención del Departamento de Justicia.
En contraste, el sheriff Ivey aseguró que sus palabras no son una amenaza, sino una promesa de “defender el orden” y evitar que Florida “se convierta en otro California”.
La tensión crece mientras el país se adentra en una nueva fase de confrontación entre migración, seguridad y derechos civiles. Y todo indica que Florida se perfila como uno de los escenarios más extremos de esta disputa.