Semana internacional del 30 de junio al 6 de julio de 2025
En esta primera semana de julio, el mundo ha sido escenario de intensas tensiones políticas, emergencias climáticas y profundas crisis sociales que reafirman el complejo panorama global.
Europa vivió una de sus semanas más calurosas del año. Las temperaturas en España superaron los 45 grados centígrados, mientras que en Francia se activaron alertas sanitarias por golpes de calor y riesgo en personas mayores, y en Turquía los incendios forestales obligaron a evacuar poblaciones enteras en la región de İzmir.
The Guardian informó que los servicios de protección civil trabajan a marchas forzadas y que los gobiernos locales están pidiendo asistencia internacional para enfrentar los estragos del cambio climático.
En otro orden de ideas, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebró una cumbre estratégica en La Haya, donde los líderes de los 32 países miembros, encabezados por el nuevo secretario general Mark Rutte, acordaron aumentar el gasto militar conjunto al 5% del PIB.
Esta decisión, reportada por The Times de Londres, busca reforzar la defensa continental frente a la amenaza rusa y garantizar el respaldo militar sostenido a Ucrania, país que continúa bajo asedio.
Y es que la guerra en Ucrania no da tregua. Según el portal de eventos actuales de Wikipedia, Rusia lanzó esta semana más de 470 drones y varios misiles en ataques coordinados sobre territorio ucraniano, causando daños graves a infraestructura civil.
En respuesta, el ejército ucraniano afirmó haber destruido cerca de 40 aeronaves militares rusas, lo que representaría uno de los golpes más significativos al poder aéreo de Moscú desde que inició la invasión.
Mientras tanto, la Franja de Gaza sigue sumida en la tragedia. Nuevas operaciones israelíes en Rafah alcanzaron centros de distribución de ayuda humanitaria, provocando la muerte de al menos 59 personas, según reportes internacionales.
La comunidad internacional ha expresado su indignación, aunque sin lograr frenar la ofensiva militar de Israel. Este contexto fue ampliamente documentado por The Guardian y medios de la ONU, que han exigido el cese inmediato de ataques a civiles.
Por otro lado, en Estados Unidos continúan las protestas en ciudades como Los Ángeles, donde miles de personas se manifestaron contra las redadas migratorias y el desfile militar convocado por el presidente Donald Trump.
Las movilizaciones, algunas bajo la consigna “No Kings”, fueron contenidas con el despliegue de más de 4 mil efectivos de la Guardia Nacional. Wikipedia y Los Angeles Times reportaron detenciones masivas y señalamientos de abuso contra periodistas y activistas.
En el terreno económico, Reuters advirtió sobre una creciente tensión comercial global. Estados Unidos mantiene abierta la posibilidad de imponer aranceles a productos europeos a partir del 9 de julio, mientras se intensifican los debates sobre una nueva legislación para regular las stablecoins y el sector financiero digital. Japón y Reino Unido han comenzado a tomar precauciones ante la posible volatilidad de sus mercados.
No todo fueron malas noticias. En África, la República Democrática del Congo y Ruanda alcanzaron un acuerdo de paz histórico —con la mediación de Estados Unidos— para poner fin a los conflictos armados en la región de Kivu. BBC News y Reuters señalaron que este pacto podría significar un parteaguas en una de las zonas más afectadas por guerras civiles en las últimas décadas.
Sin embargo, la crisis humanitaria global sigue creciendo. En el marco del Día Mundial del Refugiado, la Organización Mundial de la Salud alertó que más de 123 millones de personas en el mundo están desplazadas y enfrentan serias dificultades para acceder a servicios de salud básicos. La OMS llamó a fortalecer sistemas inclusivos que atiendan no sólo lo urgente, sino también lo estructural.
Finalmente, varios países del hemisferio sur enfrentaron desastres naturales. En Sudáfrica, las inundaciones en Mthatha dejaron decenas de muertos, mientras que en la República Democrática del Congo, al menos 45 personas perdieron la vida por tormentas en Kinshasa. A esto se suma un nuevo brote de gripe aviar H5N1 que ha obligado a sacrificar miles de aves de corral, según reportes de la agencia sanitaria nacional.
Así, entre los embates del clima, las heridas de la guerra, las tensiones sociales y los tímidos intentos de paz, el mundo cerró una semana marcada por el desequilibrio y la incertidumbre, pero también por señales —aunque débiles— de esperanza.