Treinta alcaldes de ciudades californianas, encabezados por Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles, lanzaron un llamado conjunto al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que ponga fin a los operativos antimigrantes que, denunciaron, están sembrando el terror entre sus comunidades.
La petición también incluyó el retiro inmediato de los cuatro mil 700 marines y elementos de la Guardia Nacional desplegados en respuesta a las protestas recientes.
“Representamos a ciudades donde los inmigrantes son clave. Y en muchos casos, son la mayoría de la población”, afirmó Bass en una conferencia de prensa, visiblemente molesta por el uso de la fuerza federal en áreas urbanas densamente pobladas y diversas.
El epicentro de la denuncia fue la ciudad de Paramount, donde la vicealcaldesa Brenda Olmos denunció que 45 personas fueron detenidas el pasado viernes. “Se los pido, por favor: dejen de aterrorizar a nuestros residentes”, clamó.
En paralelo, la ciudad de Los Ángeles mantiene un toque de queda en su zona centro, con una extensión de 2.6 kilómetros cuadrados, activo desde las 8 de la noche hasta las 6 de la mañana. Ayer, 20 personas fueron arrestadas durante las manifestaciones. Spokane, en el estado de Washington, también declaró un toque de queda parcial.
Karen Bass acusó a las autoridades federales de hostigar a la población angelina y aseguró que la presencia militar sólo está exacerbando el conflicto. Según CNN, gobernadores demócratas han expresado respaldo al gobernador de California, Gavin Newsom, por su resistencia ante el despliegue de tropas.
Desde Chicago, el alcalde Brandon Johnson advirtió sobre un incremento de agentes del ICE en su ciudad. “Cuento con que todo Chicago resistirá en este momento. Porque si un grupo vulnerable está siendo atacado hoy, otro grupo será el siguiente”, sentenció.
Mientras tanto, en la capital del país, el presidente Donald Trump asistió a la premier de Los Miserables en el Centro Kennedy. Cuestionado por las protestas, respondió: “No podría importarme menos. Lo único que estoy haciendo es dirigir bien este país”.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) endureció su postura. “No nos doblegaremos ante la anarquía. Pondremos en primer lugar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses, no la de estos inmigrantes ilegales criminales”, expresó un vocero.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que hay 61 ciudadanos mexicanos detenidos en el contexto de las manifestaciones. La situación, cada vez más tensa, ha encendido las alertas internacionales sobre el trato a comunidades migrantes en territorio estadounidense.