Lunes. 23 de junio 2025 | TejidoSocial | Internacional
En una declaración que ha generado reacciones encontradas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, minimizó este lunes el impacto del ataque con misiles lanzado por Irán contra bases estadounidenses en Qatar e Irak, calificándolo como “una respuesta muy débil”.
El ataque, ocurrido la madrugada del lunes 23 de junio, consistió en el lanzamiento de al menos 14 misiles hacia instalaciones militares en Al-Udeid (Qatar) y Ain al-Asad (Irak), en aparente represalia por el bombardeo estadounidense a las instalaciones nucleares iraníes de Isfahán, Natanz y Fordo ocurrido días antes.
De acuerdo con autoridades estadounidenses, la mayoría de los proyectiles fueron interceptados y no se reportaron víctimas ni daños materiales de consideración.
Trump, en una conferencia desde la Casa Blanca, aseguró que Irán había “avisado anticipadamente”, lo que permitió tomar precauciones. “Parece que se han desahogado. Agradecemos que hayan advertido. Lo más importante es que no hubo muertos”, declaró.
El presidente estadounidense insistió en que su país no busca una guerra, pero mantuvo su advertencia: “Si Irán nos ataca con más fuerza, la respuesta será devastadora”. También instó tanto a Teherán como a Israel a buscar caminos de paz, aunque subrayó que “la paz solo es posible cuando hay fuerza”.
El contexto de esta tensión es la creciente escalada bélica en Medio Oriente. La ofensiva israelí contra Gaza se extendió hacia Irán con el apoyo militar estadounidense, lo que llevó a Teherán a responder directamente. La situación mantiene en alerta a toda la región y ha puesto en jaque la estabilidad energética global, sobre todo ante las amenazas iraníes de bloquear el estrecho de Ormuz.
Mientras tanto, líderes internacionales, incluyendo a Rusia y China, han pedido moderación a ambas partes y han advertido sobre el riesgo de una guerra de gran escala en la región.
