Nueva York, 25 de junio de 2025 | Internacional
En un giro inesperado con implicaciones nacionales, el joven político Zohran Mamdani, de origen ugandés e indio y de fe musulmana, ganó las primarias del Partido Demócrata para la alcaldía de Nueva York.
Su victoria, considerada una de las mayores sorpresas políticas de los últimos años, representa no solo un cambio generacional e ideológico, sino también un parteaguas en la representación política de las minorías en Estados Unidos.
Con más del 43.5 % de los votos, Mamdani superó al exgobernador Andrew Cuomo, quien quedó en segundo lugar con 36.4 % de las preferencias. El propio Cuomo reconoció públicamente su derrota, destacando el mérito de su contrincante: “Esta noche es su noche. Se lo merece. Ganó”, declaró.
Zohran Mamdani, de 33 años, es miembro de la Asamblea estatal por el distrito de Queens y figura destacada del ala progresista del Partido Demócrata. Su candidatura contó con el respaldo de políticos como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, y ha sido impulsada por propuestas audaces: congelamiento de rentas, transporte público gratuito, tiendas de comestibles municipales, guarderías públicas y justicia social como eje transversal de gobierno.
Pero su victoria también ha desatado reacciones virulentas. El presidente Donald Trump lo calificó de “lunático comunista” y “pesadilla para Estados Unidos”, atacando su apariencia, inteligencia y origen.
Desde su red Truth Social, Trump escribió: “Zohran Mamdani, un lunático comunista al 100 %, acaba de ganar las primarias demócratas… Se ve TERRIBLE, su voz irrita, no es muy inteligente… ¡Nuestro país está realmente jodido!”.
Mamdani respondió sin titubeos. En su discurso de victoria, reafirmó su convicción de hacer frente a lo que considera una amenaza autoritaria: “No se trata sólo de esta ciudad. Es una lucha nacional. Debemos rechazar el fascismo de Trump y luchar por una sociedad más justa para todos”.
En otras ocasiones ha señalado que su candidatura representa todo lo que Trump detesta: un inmigrante musulmán, de izquierda, que lucha por los marginados. “Soy su peor pesadilla”, ha dicho.
La campaña de Mamdani ha enfrentado amenazas de odio, actualmente investigadas por la policía neoyorquina, lo que evidencia las tensiones políticas y sociales que ha despertado su figura.
Sin embargo, el entusiasmo entre votantes jóvenes, trabajadores y comunidades migrantes ha sido notable. Su triunfo se interpreta como una señal del rumbo que muchos desean para la ciudad y, quizás, para el país.
De ganar en noviembre, Mamdani se convertiría en el primer alcalde musulmán de Nueva York y el primero con raíces africanas e indias en gobernar la ciudad más poblada de Estados Unidos.
Su ascenso no sólo desafía el establishment político, sino que renueva la conversación sobre representación, inclusión y el papel de las ideas progresistas en un país profundamente dividido.