Cuando alguien te dice “vamos a Vallarta”, es muy probable que se refiera a Puerto Vallarta, en Jalisco. Pero cada vez más, también puede estar hablando de Nuevo Vallarta, en el vecino estado de Nayarit.
Ambos destinos están ubicados a sólo unos minutos de distancia dentro de la espectacular Bahía de Banderas, pero ofrecen experiencias muy distintas para quienes buscan vacacionar en el Pacífico mexicano. La pregunta no es cuál es mejor, sino cuál va más con tu estilo de viaje.
Puerto Vallarta es una ciudad vibrante y llena de historia. Sus calles empedradas, su famoso malecón con esculturas y artistas callejeros, su zona romántica repleta de restaurantes, bares y galerías de arte, lo convierten en un destino con alma propia.
Aquí se respira autenticidad. Desde un desayuno con café de olla y pan dulce en una fondita local, hasta una caminata al atardecer viendo cómo los pescadores regresan con su carga del día, todo en Puerto Vallarta tiene un sabor a México tradicional.
La vida nocturna es otro de sus fuertes: desde bares con música en vivo hasta antros junto al mar, hay opciones para todos los gustos.
Eso sí, al ser una ciudad más antigua, Puerto Vallarta puede parecer un poco caótico: tráfico, ruido, muchas cuestas, y playas que, aunque hermosas, suelen ser más pequeñas y de arena más gruesa. Pero para muchos, ese desorden encantador es parte del atractivo: aquí todo se siente más real.
En cambio, cruzando el puente sobre el río Ameca, aparece otro mundo. Nuevo Vallarta, en Nayarit, no es una ciudad como tal, sino una zona turística planeada, con resorts de lujo, avenidas amplias, campos de golf, marinas y playas extensas de arena suave.
Es el lugar ideal para quienes quieren descansar sin complicaciones, sobre todo en familia. Sus hoteles todo incluido lo tienen todo: piscinas infinitas, spas, clubes para niños y acceso directo a la playa. La tranquilidad reina en sus calles planas y cuidadas, perfectas para andar en bici o caminar sin prisas.
Eso sí, Nuevo Vallarta no tiene el carácter urbano ni el ambiente cultural de Puerto Vallarta. No hay un centro histórico, ni mercados típicos, ni callejones por descubrir. Quienes se hospedan ahí y desean un poco más de movimiento suelen hacer excursiones hacia el centro de Puerto Vallarta, que está a tan solo 20 o 30 minutos en coche.
Muchos viajeros eligen dividir su estancia entre ambos lugares para tener lo mejor de los dos mundos: unos días de calma absoluta en un resort de Nuevo Vallarta y luego unos días más activos en el corazón de Puerto Vallarta.
Y es que, si algo tiene esta región, es que se adapta a ti: puedes quedarte en una villa frente al mar, en un hotel boutique con vista a la selva, o en un resort cinco estrellas con todo incluido. Todo está cerca, todo está conectado, pero cada lugar tiene su personalidad.
Así que si estás planeando tu próxima escapada al Pacífico mexicano, piensa qué buscas en tus vacaciones. ¿Quieres perderte entre calles llenas de vida, arte y sabor local? Entonces Puerto Vallarta te espera con los brazos abiertos.
¿Prefieres descansar sin preocupaciones, en un entorno moderno, cómodo y seguro? Entonces quizás lo tuyo sea Nuevo Vallarta. Y si no puedes decidirte, lo mejor es visitar ambos. Al final, toda la Bahía de Banderas te recibe como un solo gran destino, diverso, cálido y lleno de maravillas por descubrir.
Queremos agradecer especialmente a Miró Travel, agencia de viajes con sede en Querétaro, por el acompañamiento y excelente servicio que nos brindaron durante esta experiencia. Gracias a su profesionalismo, atención personalizada y profundo conocimiento de la región, pudimos conocer a fondo tanto Puerto Vallarta como Nuevo Vallarta y reunir los elementos que dieron vida a este artículo.
Cuando una agencia te facilita el viaje con tanta dedicación, lo único que queda es disfrutar… y después contar la historia.
