Chiles rellenos de flor de calabaza, elote y calabaza

Chiles poblanos rellenos de flor de calabaza, elote y calabaza, servidos como platillo principal de cocina mexicana tradicional.
Chiles rellenos de flor de calabaza, elote y calabaza: cocina mexicana que alimenta el cuerpo y preserva la tradición.

Una receta mexicana con ingredientes de la milpa que demuestra que comer sano también puede ser profundamente sabroso y cultural.

Tradición mexicana que nutre el cuerpo y reconcilia con la cocina casera

En la cocina mexicana, hay platillos que no solo alimentan, sino que cuentan una historia de campo, temporada y equilibrio. Los chiles rellenos de flor de calabaza, elote y calabaza son uno de ellos: una receta que nace de la milpa, dialoga con el comal y llega al plato como una propuesta sabrosa, nutritiva y profundamente nuestra.

Esta versión —con queso manchego, un toque de crema, epazote y un picor amable de chile serrano— se aleja de lo ultraprocesado y apuesta por ingredientes reales, frescos y accesibles.

Ingredientes (4 porciones)

Para los chiles

  • 4 chiles poblanos grandes
  • 1 taza de flor de calabaza limpia y picada
  • 1 taza de calabaza (zucchini) en cubos pequeños
  • 1 taza de granos de elote cocido
  • ½ cebolla blanca finamente picada
  • 1 chile serrano picado (ajustar al gusto)
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 1 cucharadita de epazote fresco picado
  • Pimienta negra recién molida al gusto
  • Sal al gusto
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Para el gratinado

  • 150 g de queso manchego rallado
  • ¼ de taza de crema (preferentemente baja en grasa)

Preparación paso a paso

  1. Asar y limpiar los chiles
    Asa los chiles poblanos directamente sobre la flama o comal hasta que la piel se queme de forma uniforme. Colócalos en una bolsa o recipiente tapado durante 10 minutos, pélalos con cuidado, haz un corte longitudinal y retira semillas y venas.
  2. Preparar el salteado
    En una sartén amplia, derrite la mantequilla a fuego medio con el aceite de oliva. Sofríe la cebolla hasta que esté transparente. Agrega el chile serrano y cocina un minuto más.
  3. Incorporar los vegetales
    Añade la calabaza y el elote. Cocina 4–5 minutos hasta que estén suaves pero firmes. Incorpora la flor de calabaza, el epazote, sal y pimienta negra. Cocina solo 2–3 minutos para conservar su textura y nutrientes.
  4. Rellenar y calentar
    Rellena los chiles con la mezcla. Coloca encima una cucharada de crema y queso manchego rayado. En seguida puedes calentarlos en sartén tapada a fuego bajo o llevarlos 10 minutos al horno a 180 °C, hasta que el queso gratine.


Valor nutricional: mucho más que un antojo

Este platillo demuestra que la cocina tradicional también puede ser aliada de la salud:

  • Flor de calabaza: rica en antioxidantes, vitamina A y compuestos antiinflamatorios. Favorece la salud digestiva.
  • Elote: aporta fibra, energía de liberación lenta y vitaminas del complejo B.
  • Calabaza: baja en calorías, alta en agua y potasio; ayuda a la hidratación y al buen funcionamiento muscular.
  • Chile poblano y serrano: fuente de vitamina C y capsaicina, que estimula el metabolismo y la circulación.
  • Epazote: tradicionalmente usado para mejorar la digestión y reducir inflamación intestinal.
  • Queso manchego y crema: aportan calcio y proteínas; usados con moderación, contribuyen a la saciedad y al equilibrio nutricional.

El resultado es un platillo vegetariano, completo y satisfactorio, ideal para quienes buscan comer mejor sin renunciar al sabor.

Salud y cultura en el mismo plato

En tiempos donde la alimentación se industrializa y se despersonaliza, recetas como esta nos recuerdan que comer bien también es un acto cultural y comunitario. 

Recuperar ingredientes de la milpa, cocinar en casa y compartir la mesa son prácticas que fortalecen no solo el cuerpo, sino también el tejido social.

Apostar por estos platillos es también apostar por una salud integral, donde tradición, nutrición y bienestar caminan juntos.

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